Cuando un vehículo entra en nuestras instalaciones, es depositado temporalmente en la zona de espera, instalación diseñada para evitar cuando cualquier deterioro medioambiental. Posteriormente el vehículo pasa a la zona de descontaminación, donde se le extraen todos los componentes perjudiciales al medio ambiente: aceites de motor, cambio, diferenciales, combustible, batería, líquido de frenos, líquidos refrigerantes, etc.

Los residuos se recogen por separado a los diferentes depósitos destinados para ello y se entregan a un gestor autorizado.